Asistentes: Sonia, Edu, y Nesss
Edu y Sonia van de Gros al Antiguo, y luego ya desde la FISS con Ness, del Antiguo a Hernani y de Hernani a Astigarraga en buses variados. Llegamos a Astigarraga casi solos en el bus. Trago en el Ekaitz de Astigarraga donde, tras preguntar a la camarera pelirroja (no estaba Galadriel), nos recomienda ir en taxi a la sidrería en lugar de andando (está a 1 km escaso de la plaza pero debe haber una zona que está mal). En el segundo bar, el Txotx, nos sacan de tapa unas patatas fritas, pero no eran al jamón como la rubia de bote (expresión que motivó un famoso pareado que acaba en negrote) que estaba sentada y que resultó ser la hija de la camarera. Se puso detrás de la barra cuando los otros camareros se fueron de sidrería. Último trago previo en el Sagartxo, en donde no habíamos estado nunca antes. Sonia hace un cursillo acelerado de nombres de pintxos en euskera. Loren aparece en la tele: por qué siempre que vamos a Irigoien le vemos (véase nuestra visita a Irigoien hace 15 años, cómo pasa el tiempo!). La parte final del pareado dio juego con frases clásicas hasta que dimos con el contraejemplo pajillero (Más vale pájaro en mano que...). Edu y Nesss no consiguen acordarse del pareado con SCSI y lo confunden con el de "La sidrería merece, Basi casi pilla, al acercarse a la chiquilla, todos vimos que le crece". Definitivamente, no vimos por Astigarraga mucho ambiente de gente de sidrerías, esto no es lo que era, al menos entre semana, ¿será la crisis?.
Para ir a la sidrería cogimos un Taxi de Astigarraga (casi era un bus pequeño), sin quitar ojo del arcén, por si la vuelta la hacíamos andando. Efectivamente, como nos dijo la pelirroja, todo el camino era andable excepto la curva final a la derecha, sin acera y muy oscura. Así que al llegar a la sidrería decidimos que la vuelta la haríamos también en taxi. Aquí cometimos dos errores, como se verá más tarde.
Respecto al papeo, nada más entrar, sin tiempo a catar la sidra, nos sacan los choricillos a la misma. Después una buena tortilla de bakalao (costó acabarla por su tamaño y la manía de ir troceando recurrentemente el último trozo). El bakalao con pimientos torrado por fuera y blandito por dentro (fotos para el recuerdo, ya que no nos sonaba haber comido nunca bakalao así) estaba muy bueno, pero algo escaso, un taquito por persona. Luego nos sacaron un txuletón bien saladito por fuera y sabroso por dentro, con hueso corto, que lo comimos en dos etapas por ir a beber. Sonia come poco, la parte más tostada, pero los chicos dan buena cuenta de ella (de la txuleta, no de Sonia). Para la segunda etapa les pedimos que la recalentasen un poco y así los chicos de las armónicas repasaron el hueso (Edu por un lado y Ness por el otro), mientras insistian con el pareado de la noche. Edu se queda con gana de pedir otra txuleta pero acepta la decisión de la mayoría. De postre, queso rico, nueces vascas a mansalva (Edu se corta un dedo abriendo una), dulce de membrillo y dulce de manzana (con discusión de cuál era el de membrillo y cuál el de manzana); quitando las nueces, quizá también un poco ajustada la ración. Nos ofrecieron café, pero declinamos. Total, 30 euros por persona.
Nada más entrar a la sidrería vimos que estaba bastante vacía, sólo cuatro mesas estaban puestas. Nos dijeron que los demás vendrían en cuanto acabara el partido de fútbol de Copa del Rey. Luego nos comentaron los dueños que unos les habían llamado cancelando la cena... pero al final no vino NADIE, así que nos convertimos en los únicos clientes de la sidrería en toda la noche, es la primera vez que nos pasa. Ya nos parecía, ya, visto el "gentío" que había en los bares de Astigarraga. Total, que había más peña trabajando (en la cocina, la zona de kupelas y el teléfono) que de golferío. Pero tampoco es que nosotros necesitemos mucho ambiente externo, nos comimos y bebimos todo lo que pudimos y algo más. Sonia se cuida y procura beber solamente una vez por cada dos nuestras, y aún así no bebió poco, no. La parte buena de estar solos es que entablamos muy buenas conversaciones tanto con el txotxero como al final con la jefa, que se quedó con nosotros un buen rato tras despedirse esa noche de todos los empleados. Grandes reflexiones hubieron sobre el ambiente de entre semana antaño y lo de qué harán hoy en día las juventudes para cenar/beber/disfrutar/... pero lo que nos confirman es que entre semana (incluidos los viernes!!) esto es un desierto y solamente los sábados llenan, más a mediodia (con familias y niños, horror y pavor!!) que por la noche. Increible. ¿Será la culpa de la crisis? ¿De la ley del tabaco? ¿De la ley de tráfico? ¿De la ley de horarios de cierre? ¿De la ley Sinde? ¿De todo ello y mucho más? Se dejan las preguntas para próximas sesiones.
Bien, lo peor es que tras el sablazo, estaba prácticamente todo cerrado, así que tomamos un trago en el Rosita, en donde entre otros había una cuadrilla que parecía recién salida del lupanar, un conocido sidrero local con "su sobrina morena", y el Ángel del Infierno acompañado de un tipo flaquito de gafas que daba más miedo que él, tal y como demostró cuando nos entró a los chicos llamándonos gafotas. Algo querría, pero el Ángel parecía un poco cansado. Luego resultaron ser de Bilbao, lo cual explicaba todo. El trago final fué en el Irlandés, en donde el ambiente no era tan peculiar. Poca gente en donde tantos problemas solíamos tener antaño para entrar y respirar una vez dentro. Ness olvida cómo ponía los labios de Carmen de Mairena.
Tras ello, llegó la peripecia de conseguir taxi. No estaba El Taxi en su sitio, por lo que Nesss llama a Taxi Gipuzkoa y no le contestan, seguido llama a Taxi Hernani y tampoco le contestan y no llama a Taxi Astigarraga, porque el teléfono está en el poste de al lado y no había nadie para cogerlo. Al final, aparece El Taxi, quien había venido a las 2:15 a recoger a una cuadrilla que había pedido taxi a las 2:00. Nos pregunta si hemos llamado y decimos que sí, pero que no nos han contestado. Pregunta nuestros destinos y va al Rosita, consulta con la cuadrilla si quieren salir ya y como parecen estar a gusto se hace cargo de nuestro viaje primero. Y allí estuvimos todo el viaje, despotricando contra Taxi Gipuzkoa, los taxistas de Hernani, y el fallo que cometimos no quedando con él para que nos bajase de Irigoien-Herrero. Tras eso, dejan a Nesss en Hernani y a Sonia y a Edu en Gros, donde a pesar del largo recorrido les hace una rebaja y les cobra unos justos 12 euros.
En resumen, que lamentablemente se nos quedó un sabor agridulce, no por haber estado solos en la sidre, que allí lo pasamos bien a pesar de todo, sino por el taxi de vuelta a Astigarraga y sobre todo por la falta de ambiente festivo en el pueblo. Una pena, pero no da ganas de volver de sidrería entre semana... aunque ya veremos. Si esto sigue así, y recordando una vez más el pareado de la noche, vemos el futuro de todo esto negrote, negrote!!
Por cierto, al día siguiente no sonó la canción "I got you babe" por lo que no se repitió la misma historia. Uffff!!!